lunes, 24 de noviembre de 2014

La Foto de la Semana



Poco que añadir en esta foto que retrata lo que a diario puede verse en muchos tejados de España. En las reformas de tejados, en las pequeñas tareas sobre terrazas, en las cubiertas, podemos observar a simple vista que a menudo no se toma ningún tipo de medida de protección. 

Se relativiza el peligro y se tiene una imprudente y peligrosa sensación de falsa seguridad que hace que las personas que allí trabajan se confíen y no consideren los peligros de manera correcta. Por ejemplo, se tiene en cuenta la caída por los bordes del tejado pero no la pisada sobre algún objeto inestable o que pueda ceder el suelo que se pisa.

Existen medios más que suficientes para protegerse de una caída en altura en este tipo de trabajos. Son medidas complementarias, pueden instalarse a la vez y no sólo usarse una de ellas. Podemos enumerar algunas de ellas, mencionando sus inconvenientes:

1. Vallado perimetral del tejado. Como se haría en una obra de construcción nueva, con vallas reglamentarias de 90 cm. Tiene el problema de ser un método caro, que necesita permisos y deben ser instaladas sobre la cubierta de tejado. Las empresas de pequeñas reformas no tienen capacidad para poder instalarlas y puede ser difícil instalarlas en algunos tejados.

2. Instalación de líneas de vida o puntos de anclaje, para uso con arnés de seguridad. Método más barato, pueden instalarse de forma provisional en algunos casos. Deben ser instalados correctamente para que sean efectivos -no es oportuno lo que se hace en algunas obras de atarse a puntales, a cables no seguros o a cuerdas-. El gancho de arnés debe anclarse a metal preparado para ello.

3. Trabajo con plataformas elevadoras automáticas. Puede accederse al tejado y caminar sobre él anclándose con arnés a la plataforma si dispone de dispositivos de agarre homologados. Método caro, y para mí, sólo a utilizar en zonas de difícil acceso.

4. Instalación de pasarelas o rampas para tejados inclinados. Método caro, que se pone sobre las tejas o tejados muy inclinados. Necesita también el uso de arnés  con línea de vida. 

5. Realización del trabajo con soluciones de trabajo vertical. Podría optarse por esta solución para el acceso a zonas de tejados o a tejados muy inclinados. Tienen el inconveniente de que utilizan cuerdas de escalada no homologadas por la normativa laboral. Una dificultad añadida es que éste trabajo no puede realizarlo todo el mundo, deben ser personas especializadas en tareas de escalada.


Enumeradas algunas soluciones, veamos que dice el RD 486/97 de disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo en su Anexo I.3:

Suelos, aberturas y desniveles, y barandillas
  1. Los suelos de los locales de trabajo deberán ser fijos, estables y no resbaladizos, sin irregularidades ni pendientes peligrosas.
  2. Las aberturas o desniveles que supongan un riesgo de caída de personas se protegerán mediante barandillas u otros sistemas de protección de seguridad equivalente, que podrán tener partes móviles cuando sea necesario disponer de acceso a la abertura. Deberán protegerse, en particular:
    1. Las aberturas en los suelos.
    2. Las aberturas en paredes o tabiques, siempre que su situación y dimensiones suponga riesgo de caída de personas, y las plataformas, muelles o estructuras similares. La protección no será obligatoria, sin embargo, si la altura de caída es inferior a 2 metros.
    3. Los lados abiertos de las escaleras y rampas de más de 60 centímetros de altura. Los lados cerrados tendrán un pasamanos, a una altura mínima de 90 centímetros, si la anchura de la escalera es mayor de 1,2 metros; si es menor, pero ambos lados son cerrados, al menos uno de los dos llevará pasamanos.
  3. Las barandillas serán de materiales rígidos, tendrán una altura mínima de 90 centímetros y dispondrán de una protección que impida el paso o deslizamiento por debajo de las mismas o la caída de objetos sobre personas.


Vemos pues, que a menudo no hay problemas en la estimación del riesgo, ni en el desconocimiento de las medidas de protección que deben utilizarse. El verdadero problema reside en la precariedad laboral, en la excesiva subcontratación o en el abaratamiento de costes. Los trabajos de reforma, la construcción en altura a menudo se realiza por empresas cuya capacidad técnica, económica y organizativa imposibilitan que los trabajadores realicen sus tareas con seguridad.

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