El usuario habitual
de Pantallas de Visualización de Datos (PVD), (más de 4 horas diarias o 20
horas semanales de trabajo efectivo con dichos equipos según el Real
Decreto 488/1997 de 14 de abril) puede sufrir diversos trastornos
musculoesqueléticos, fatiga visual y fatiga mental. La probabilidad de
experimentar estos problemas está relacionada directamente con la frecuencia y
duración del trabajo ante la pantalla, la intensidad y el grado de atención a
la tarea realizada, el ritmo de trabajo o la posibilidad de realizar pausas.
Respecto a las pausas, recomienda una buena organización del trabajo
que permita a los usuarios de PVD la autonomía suficiente para poder
realizar pausas voluntarias para poder prevenir el estatismo postural, y
las fatigas visual, mental y muscular. Cuando el trabajo realizado con PVD
conlleve una demanda visual importante o una utilización intensiva teclado, se
pueden establecer pausas planificadas, cuya duración y frecuencia
dependerán de las exigencias concretas de cada tarea.
Las pausas
preventivas no significan necesariamente un cese de actividad del trabajador. Por el contrario, consisten en tratar de alternar
el trabajo ante la pantalla con otras tareas que demanden menores esfuerzos
visuales o musculoesqueléticos, con el fin de prevenir la fatiga (actividades
de oficina, utilizar el teléfono o atender a clientes). Así pues, estas
pausas no significan que el trabajador pueda abandonar el puesto de trabajo,
tomar pausas para fumar o ir al servicio. Debe continuar trabajando, pero
en tareas que requieran una exigencia visual, intelectual y postural menor. Se
recomiendan pausas cortas y frecuentes.
A título orientativo, lo más habitual
es establecer pausas de unos 10 ó 15 minutos por cada 90 minutos de trabajo
con la pantalla; en tareas que requieran gran atención conviene realizar
al menos una pausa de 10 minutos cada 60 minutos. En todo caso, como mínimo
debe hacerse una pausa cada dos horas de trabajo con la pantalla.
Debemos recordar que estas pausas en el trabajo directo con la PVD
tienen como fin prevenir la aparición de futuros trastornos y lesiones. Al
mismo tiempo, lo ideal sería la reglamentación de estas pausas en los Convenios
Colectivos, de forma que puedan ser tomadas voluntariamente por el trabajador,
ampliando la autonomía en su trabajo, lo que influirá decisivamente en la
aparición de un menor número de trastornos y aumento de su calidad de vida en
el trabajo.
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