En este momento en el que todos pensamos en las vacaciones
de verano, un recuerdo para los profesionales que nos protegen durante nuestras
estancias en la playa o en la piscina, los socorristas.
Dejando a un lado la peligrosa maniobra de rescate de un posible
ahogado, momento en el que los socorristas ponen en juego su propia vida, los
socorristas se ven expuestos a riesgos laborales como: exposición a radiaciones
solares, trabajo a la intemperie, caídas en altura y al mismo nivel, golpes y
cortes con objetos, exposición a contaminantes químicos y biológicos, contactos
eléctricos, golpes de calor, fatiga física, fatiga mental, estrés laboral, sobreesfuerzos,
accidentes de tráfico...
Sin embargo, las condiciones en las que realizan su trabajo
a veces no son las mejores, ni tienen la suficiente protección frente a estos
riesgos. Es hora de considerarlos como trabajadores y no frivolizar con esta
profesión, la prevención de riesgos debe llegar de verdad a todos los trabajos.
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