En el último Gran Premio de Montreal, celebrado ayer 9 de junio, se produjo un accidente mortal laboral, cuando una vez terminado el Gran Premio de Canadá, una grúa atropelló a uno de los comisarios que trabajaba en la retirada de un vehículo.
Según el comunicado oficial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) que expresaba su duelo por el fallecido, se trató de un "desafortunado accidente" al tropezar y ser atropellado por una grúa.
En mi opinión, la FIA debería revisar sus procedimientos de trabajo. A priori, los movimientos que observamos de estos técnicos durante las carreras son inseguros y poco ejemplarizantes. Todos hemos visto cómo retiran las piezas de los fórmula 1 que se chocan , sorteando monoplazas que van a 200 km/h en esos momentos. Aunque haya entrado el famoso "safety car", las piezas se retiran con la carrera ralentizada pero en marcha, lo que supone un gran riesgo para estos comisarios.
Por otra parte, es cierto que la noticia ha salido en los medios de comunicación, pero no lo suficiente. Una vez más, el tratamiento de los accidentes laborales mortales es silenciado, incluso a nivel internacional.
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