lunes, 13 de enero de 2020

La Foto de la Semana



Acabadas las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, donde los grandes protagonistas han sido los niños, una foto para reflexionar acerca de los riesgos que asumen los profesionales de los espectáculos y atracciones de ferias que tan felices suelen hacer a los más pequeños.

El operario que se cuelga de la trampilla únicamente se sujeta por el apoyo de los pies y la fuerza muscular de sus piernas. En caso de caída habría un riesgo grave de caída y atropello.

Para la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se trataría de un Riesgo Grave e Inminente (art. 21 LPRL), que obliga a tomar medidas severas para evitar o controlar el riesgo, permitiendo incluso el abandono del puesto de trabajo por la persona al exponerse a un riesgo muy grave para su salud. 

Estas atracciones suelen pasar revisiones acerca de su montaje e instalación, pero no se analizan desde el punto de vista la prevención de riesgos laborales de los feriantes que allí trabajan.

El cumplimiento estricto de la normativa laboral no permitiría el trabajo en estas condiciones.